- Molinillo, casado te veas, que así rabeas.
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Hace alusión a las obligaciones y penalidades inherentes a la vida matrimonial, que doblegan incluso al más fuerte y enérgico. Su origen parece hallarse en un pasaje del<< Libro de buen amor,>> donde se relata cómo un joven, antes vigoroso, después de casarse trata en vano de parar las aspas del molino, y se lamenta así: «¡Ay molino recio, aún te vea casado!».
Diccionario de dichos y refranes. 2000.